Si quieres ir al principio de la historia pincha aquí.
Pidió el comodín del público y el cincuenta por ciento. Aquello debía de ser una broma. Los astros debían estar en su contra. El cielo tenía que estar en huelga. La ley de Murphy no podía tener jurisdicción en el purgatorio. La echaron a patadas, reencarnada en el primer hijo varón del príncipe azul y la princesa encantada. Interpuso un recurso frente al Tribunal Constitucional. Apeló al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Puso una queja ante Garzón. Le subió el sueldo a Rajoy.
Todo en vano. Estaba atrapada en el cuerpo equivocado así que solicitó un cambio de sexo; se puso unas tetas postizas y unos labios guarros. Le hizo un corte de mangas a la ley sálica. Inspirada en San Pedro, secuestró a todos los varones que se interponían en su camino al trono y los hizo protagonistas de “la piel que habito”. Se casó con la cantante internacional María Isabel y adoptaron tres niñas. Y las dos reinas, con sus princesitas, fueron felices y comieron perdices. Pero nunca, nunca, se emborracharon, ni se fueron de putas, ni cazaron elefantes en tierras lejanas.
Jajajajaja Final épico y cachondo! Me ha encantado. Saludos.
Gracias, Nieves! Me inspire en Pedro Almodovar jajaja.
Un abrazo
Ida de pelota total!!, ja, ja.
Lo escribi tres veces hasta que decidi dar rienda suelta a mi imaginacion y no corregir nada… y claro, luego pasa lo que pasa jajaja
Veamos. ¿Por qué se pueden comer perdices, que seguro que han sido cazadas y no se pueden cazar elefantes? Al final va a resultar que el tamaño importa.
Apoteósico final. Dame el número de tu Mr. Tambourine Man particular 😛
Un abrazo abriga-corazones.
Por supuesto que el tamaño importa! Ya le dije a Inma en su dia que a mi los bichos grandes me daban miedo 😉
Te paso el numero por privado jajaja.
Un abrazo cruje-huesitos
Jajajaja. Es cierto eso que dicen que la relidad supera la ficción
Basado en un hecho real, como las pelis de la 2 jaja